Digitalización, códigos QR y chips: se aproxima la Medicina del Futuro
Cómo avanzará el campo de la Salud de la mano de
los avances tecnológicos en los próximos 25 años. Escribe el
especialista Diego Pereyra.
Por Diego Pereyra, médico especialista en Terapia Intensiva y Tecnólogo,
coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos del Sanatorio Güemes (M.N.
122603).
Se cumplieron 202 años desde que René Laënnec inventó el estetoscopio, y
pasó todo ese tiempo hasta llegar hoy al estetoscopio electrónico. Sin embargo,
vivimos una etapa en la que las invenciones tecnológicas médicas avanzan
en cámara rápida. La tecnología llegó a nuestras vidas y se encuentra a disposición
de la salud de los pacientes para su buen uso.
Por su parte, las enfermedades también evolucionan, mientras
que los seres humanos hacemos lo mismo para adaptarnos al medio. Sin
profundizar en el tema, cuando un médico se recibe ya se han desarrollado
alrededor de un 30% de nuevos medicamentos que jamás ha estudiado en la
Universidad.
Adiós
a la bolsa llena de papeles y estudios médicos
En la actualidad, varias clínicas y hospitales se encuentran trabajando
con historias clínicas electrónicas alojadas en una nube, con el
objetivo de ayudar a los pacientes. Cada vez que necesitan ser internados por
diversas patologías, los vemos ir de un médico a otro con las bolsas llenas de
estudios, todos mezclados, y con el riesgo de perder esa información tan valiosa.
Es por esto que varias empresas de salud informática están desarrollando
una alternativa para que toda esa información esté almacenada
en nuestras casillas de correo. De esta manera, con solo dar nuestra dirección
de e-mail (y con previa autorización) cualquier médico podría ver nuestro
historial clínico en vivo desde cualquier dispositivo móvil. Por eso creo que
los médicos del futuro vamos a tener que registrarnos en las historias clínicas
de nuestros pacientes.
¿Y
ante una emergencia?
¿Qué pasaría si tenemos un accidente y no podemos dar nuestros datos de
historia clínica? También hemos pensado en eso. Uno de los grandes problemas en
las Emergencias Médicas es que los pacientes, por lo general,
no pueden comunicarse con los profesionales de la salud, ya sea a causa de un
desmayo, convulsiones o un ACV, por ejemplo. Ante esta imposibilidad, el
paciente es un “NN” hasta que llegue algún familiar y nos entregue sus datos.
Para solucionarlo, se han desarrollado pulseras con códigos QR (algo
parecido a los códigos de barras) donde puede alojarse nuestra historia
clínica. Esa misma pulsera hoy es capaz de medir nuestra frecuencia y ritmo
cardíaco, e informar en vivo a un cardiólogo si presentamos una arritmia.
Y si pensamos que esto es ciencia ficción, quizás deberíamos saber que
en Argentina ya existen chips que se colocan debajo de la piel (tecnología
de identificación por radiofrecuencia) con capacidad de almacenamiento al igual
que un pendrive. Estos chips poseen, además, un magnetismo capaz de almacenar
datos y cumplir funciones (como abrir una puerta sin el uso de una tarjeta
magnética o pagar un transporte público con solo apoyar la mano).
Entonces,
¿qué nos espera en el futuro?
En los próximos años no solo vamos a utilizar tecnología
vestible para obtener datos médicos en vivo, sino que también
emplearemos tecnología debajo de nuestra piel (algo frecuente desde hace años
en veterinaria, para la localización de animales). Asimismo, ya se trabaja en
la edición genética para ingresar, modificar y eliminar datos de
nuestro ADN (tecnología CRISPR CAS-9).
En los próximos 25 años recibiremos transfusiones
de sangre con glóbulos rojos artificiales de laboratorio,
eliminándose así las donaciones de sangre. También se realizarán tratamientos
médicos más cortos: imaginemos tomar una sola pastilla (antibiótico) por
una faringitis a cambio de una semana de tratamiento, obteniendo el mismo
resultado. Además, y aunque suene increíble, podremos imprimir comida con una
impresora 3D.
Es importante hacer hincapié en que todas estas invenciones
tienen varios objetivos: eliminar la desnutrición; disminuir la mortalidad
infantil; mejorar la relación médico-paciente al agilizar procesos y
automatizar otros; y, por sobre todas las cosas, mejorar nuestra calidad de
vida.
Desde enviar un telegrama o una postal a un mensaje de consulta
al médico pediatra a través de aplicaciones de mensajería; o desde ir a la
farmacia a tomarnos la tensión arterial a poder controlar los signos vitales
con una pulsera y enviar la información al médico de cabecera en tiempo real.
Todas estas nuevas tecnologías ya se aplican pero, ¿realmente podrían cambiar
nuestros hábitos? Bienvenidos a la Medicina del Futuro… Esto
es solo el principio.
Leído en TN
Cada vez mas necesario y mas identificación y datos se puede lograr incorporando los códigos 2D y chip de RFID... GRACIAS POR EL ARTICULO
ResponderBorrar